Lo brinda el campo
Martín Ramón Alfonso de 77 años de edad, enfermero ya jubilado, nos cuenta de sus travesías por el Paraje Santa Lucía, Dpto. San Martín, San Luis.
¿Por qué Ramón es tan especial? Porque representa a la Medicina Social, al médico rural y a la solidaridad que tanto se observa en la gente de campo.
Se trasladó allí hace 35 años, en plena montaña a unos 1.500 mts. s.n.m.; para cumplir la tarea de enfermero rural. Allí formó su familia y tuvo cuatro hijos, él mismo asistió los partos; y lo hizo también con otras familias de la zona. En esas lejanías, sus roles fueron aumentando: médico, partero y maestro.
Siempre le regalaban gallinas, algún chivo o carne como agradecimiento. Cuando compró unas hectáreas la gente iba a ayudarle por nada, a sembrar o cosechar. Para cobrar el sueldo del Ministerio de Acción Social, debía hacer muchos kilómetros a caballo y luego tomar un colectivo que lo llevara a San Martín. Tenía destinada una de las habitaciones de la casa como sala de curaciones y siempre que lo venían a buscar partía caminando o a caballo.
Una vez, en época de sequía no había pasto para los animales, entonces se cortaban los frutos del molle para alimentarlos. Una señora, madre de varios pequeños, estaba montada en uno de los árboles cuando al romperse una de las ramas, calló desde lo alto atravesándose la pierna con uno de los palos; y así estuvo, colgando durante dos horas mientras los niños pudieron avisar al enfermero-doctor. Entre varios, la bajaron y llevaron en ancas, luego en zulqui hasta el hospital más cercano a 30km. Estuvo internada dos semanas y luego se la vio nuevamente montada a caballo acarreando animales. “¡Mujeres fuertes de campo!”.
Don Martín se vino a la ciudad hace diez años y nadie lo reemplazó en su puesto, él cree que tal vez sea porque hay más gente con autos y los caminos han sido mejorados. Y con un suspiro nostálgico dice:
“En el campo la solidaridad y el agradecimiento abundan, es eso lo que más extraño.”